Entre los requisitos de este profesor de ELE ideal, destacaría en primer lugar el tener un buen nivel de uso del español. Si no es nativo, debería tener al menos un nivel C1 o C2, y un buen conocimiento de la cultura hispanohablante (la que le transmitieron a él sus profesores).
En segundo lugar, tener una formación específica en enseñanza de ELE, y conocimientos sobre lingüística, psicología y pedagogía que le permitan crear su idea de qué es la lengua, cómo se aprende y cómo se enseña. Esta idea estará luego en constante evolución a través de la reflexión y la formación continua.
En sus clases, el alumno debería ser el centro. El profesor debe tener en cuenta su edad, su nivel, sus intereses, la motivación que le lleva a estudiar español, los objetivos que se ha fijado, el uso que le va a dar después a la lengua… y adaptar sus contenidos y actividades en función de toda esa información. El objetivo es que el alumno sea autónomo y sepa comunicarse en español en la vida real.
Algunos méritos que este profesor podría reunir, sin ser indispensables, sería tener una experiencia como docente y tener estudios superiores de lengua española.
Muy bien, Cristina. Creo que efectivamente has hecho el recuento exacto de las características que debe reunir un buen profesor de español. Hacia ese horizonte navegamos todos
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